¿Cómo limpian las alfombras los profesionales?

Es evidente que una alfombra limpia es ofrecer una buena imagen, así como también es esencial para mantener la higiene en los espacios y no dañar la salud de las personas, puesto que las alfombras suelen acumular bacterias, en este sentido, es fundamental acudir a profesionales para que hagan una limpieza exhaustiva y evitar este tipo de problemas.

Normalmente, cuando una persona ve una alfombra sucia o llena de manchas, lo primero que se le viene a la mente es la estética. Si bien esto precisamente no da muy buena apariencia, hay que decir que las alfombras sucias también pueden ser foco de gérmenes y bacterias y, como no, de acumulación de suciedad que pueden contribuir a que las personas tengan problemas respiratorios. 

Para poder contar con todas las garantías, la mejor opción siempre es acudir a una tienda especializada en limpieza de alfombras en Madrid, con el objetivo de saber que la limpieza será detallada y que no habrá ningún problema ni estético ni de salud.

La limpieza profesional de las alfombras

Dependiendo del tipo de mancha o problema que pueda presentar una alfombra, los expertos profesionales del sector pueden ofrecer más de una solución al respecto. En este caso, cuando se acude a una empresa de limpieza de alfombras especializada como es Limpieza Centauro, lo habitual es que ofrecen diferentes servicios, tal y como se puede ver en la página web. 

En cualquier caso, para limpiar de manera adecuada una alfombra, una de las primeras cosas que hay que tener en cuenta es saber su procedencia y los materiales que se han utilizado para su fabricación, así se podrá determinar mejor qué tipo de sistema de limpieza es más adecuado en cada caso.

Antes de elegir el sistema, lo normal es que se introduzcan las alfombras en las máquinas correspondientes. En este caso, lo primero es la máquina aspiradora. Es un proceso que permite quitar una buena capa de polvo, pelusas, tierra o cualquier otro elemento que genere suciedad. Una vez que se ha hecho esto, es entonces cuando se determina el tipo de sistema de limpieza más adecuado.

Al agua 

Se trata de uno de los procesos de limpieza principales y normalmente, uno también de los más efectivos, ya que el agua es una sustancia esencial para quitar todo tipo de suciedad, rozaduras o manchas. Habitualmente, este tipo de lavado se suele hacer en máquinas especializadas para este fin, las cuales, están dotadas con un sistema que, en función del tipo de alfombra, ajustan la velocidad o el volumen de agua que se necesita para el lavado.

En seco

Otra de las formas de limpieza que se suele utilizar para lavar las alfombras es lo que se conoce como limpieza en seco. Normalmente es un sistema muy efectivo para las alfombras de seda o lana que están hechas a mano, así como las conocidas alfombras persas. De igual modo, para este tipo de limpieza, se utilizan máquinas que cuentan con un sistema de filtrado más potente y jabones reforzantes.

Química

El tercer formato de limpieza que se suele utilizar para lavar las alfombras es la limpieza química, o lo que es lo mismo, la limpieza de espuma seca. En este caso se puede aplicar de diferentes modos, ya que este sistema permite realizar el lavado con máquinas rotativas, aspiración en húmedo o sistemas de inyección-extracción. Se trata de un proceso que solo se lleva a cabo si alguno de los formatos anteriores no han dado resultado, es decir, cuando no se puede lavar la alfombra ni siquiera en seco. Generalmente este sistema se utiliza en alfombras que son incompatibles con los otros dos modelos o en moquetas que están fijadas al suelo. De igual modo, en ocasiones, también es habitual que la limpieza química sea el sistema elegido para limpiar las tapicerías domésticas.

En cualquier caso, sea cual sea el formato elegido, lo que sí hay que tener claro una cosa y es que el mejor disolvente para acabar con la suciedad y las manchas de las alfombras, así como lavarlas, sin duda, es el agua.