El renacer del marketing offline: ¿obsoleto o eficaz?

Que el mundo se está haciendo cada vez más digitalizado es algo que ya todos saben. Ahora bien, dentro del marketing, no todo tiene que ser interacciones, por lo cual resulta sorprendente cómo algunas estrategias que parecían estancadas en otra época, siguen siendo muy fiables y eficaces.

Hay casos concretos, como la pegada de carteles, el buzoneo o el reparto de publicidad, que lejos de ser tácticas obsoletas, pudieran ser una herramienta muy capaz para empresas de todo tipo, pudiendo también complementar las estrategias digitales.

Alta visibilidad y generación de tráfico

Una de las estrategias que mejor encajan dentro del marketing offline, en principio porque siempre ha sido así, es la pegada de carteles. Por lo general, de esto se encargarán empresas especializadas tanto en la ubicación de las mejores zonas o emplazamientos, como del diseño y la combinación de mensajes atractivos.

El resultado es claro: alta visibilidad. Porque si se hacen bien las labores de encontrar las zonas de mayor tráfico hacia una audiencia que sea el objetivo de la campaña, será prácticamente imposible que no tengan los carteles una gran exposición, lo que se va a traducir en grandes probabilidades de entrar en el embudo o de directamente ser una conversión.

Luego está la generación de tráfico cualificado. Algo que se ha innovado mucho alrededor de los carteles pegados en emplazamientos céntricos es la utilización de códigos QR, por ejemplo, que permiten combinar lo digital con lo impreso de una forma magnífica, potenciando la conversión in situ de las personas que realmente estén interesadas en lo que ofrezca dicho cartel.

Un contacto directo y personalizado

Los buzones y los apartados postales han sido siempre un lugar ideal para que las empresas hagan, precisamente, buzoneo y reparto de publicidad. Desde siempre se había hecho, con mayor o menor efectividad, pero es que gracias a la saturación del correo electrónico, a la posibilidad de tener más estrategias y estadísticas de calidad para saber dónde y cómo hacerlo, termina siendo una estrategia muy efectiva.

Lo es por la personalización que ofrece, tanto en los mensajes como en la posibilidad de segmentar a la audiencia de acuerdo a métricas que las empresas que prestan dicho servicio poseen. Eso asegura una alta tasa de apertura de los folletos, catálogos o el material impreso que se haya colocado.

Pero también, este contacto directo y personalizado, sobre todo muy visto en el reparto de publicidad, hace que se tenga un impacto más duradero, ya que los usuarios tendrán una tendencia a conservar el material durante más tiempo. Si no les termina interesando en el plazo inmediato, podrían tener más adelante un interés residual o compartirlo con amigos y familiares.

Experiencia y eficiencia

Ninguna de las estrategias del marketing offline serían tan efectivas hoy sin la aparición de empresas que han dinamizado los procesos, que tienen mejores estrategias y que cuentan con analítica para no fallar cuando brindan dicho servicio para sus clientes. Por ejemplo, en una empresa de buzoneo esto sería como garantizar que los resultados se cumplan.

Y los resultados se cumplen porque se tiene una cobertura amplia, gracias al personal cualificado que tienen y a la base de datos de potenciales usuarios. También, porque hoy es posible hacer un mejor seguimiento y mediciones posteriores, tanto para elaborar informes y conocer cómo va el proceso, como así también para optimizarlo y hacerlo cada día más certero y rentable. Estos pasos anteriormente eran imposibles de realizar, ya que no existían tantos recursos para lograrlo.

Así las cosas, el marketing offline, lejos de estar obsoleto, se ha reinventado y adaptado a los nuevos tiempos para ofrecer resultados tangibles, aparte de complementarios con las estrategias digitales que hoy ocupan casi toda la agenda de los profesionales de marketing de toda empresa.

La elección de la técnica adecuada y la colaboración con expertos será determinante para lograr los resultados.