Seguros para empresas: las cláusulas más importantes para tu negocio

Tener un modelo de negocio es una responsabilidad de gran calibre en la que hay que volcar todas las energías posibles para mantenerlo en lo alto del mercado. Sin embargo, hay ciertas situaciones que, de forma imprevisible, ponen en jaque la viabilidad de la corporación en su conjunto. Ante tal realidad, resulta evidente que los seguros para empresas juegan un papel de suma relevancia en el entorno corporativo: unas cláusulas que van a mantenerte siempre prevenido ante cualquier circunstancia de índole crítica. Ahora bien, ¿sabrías decir cuáles son los más relevantes del mercado? Hoy te planteamos algunas de las coberturas que deberías incorporar a tu compañía cuanto antes.  

Seguros de Responsabilidad Civil

Existen pocas modalidades de seguros para empresas tan relevantes como los de Responsabilidad Civil. Estas cláusulas tienen como objetivo actuar en caso de que se deba pagar algún tipo de compensación a un tercero tras ejercer un daño contra su integridad o contra su patrimonio como fruto de la actividad empresarial. De hecho, en muchos casos es de obligada contratación.

En este sentido, el seguro de Responsabilidad Civil General es el más habitual de todos, diseñado para dar respuesta a las reclamaciones de quienes han sufrido el daño en cuestión. De este modo, la cuantía que tengas que pagar no supondrá un problema para tu estabilidad económica: la compañía de seguros asumirá el pago de forma transversal siempre y cuando seas el responsable civil de la situación.

Ahora bien, has de tener en cuenta que la Responsabilidad Civil también plantea una serie de seguros específicos para sectores concretos. Por ejemplo, la Responsabilidad Civil Profesional se dirige a trabajadores por cuenta propia, la Sanitaria a quienes trabajan en el mundo de la salud y la Medioambiental repara los daños causados en el ecosistema. Busca la modalidad que más se adapte a tus necesidades y así blindar por completo la estabilidad de tu negocio.

Seguros D&O

Estar a los mandos de una empresa supone llevar el timón de un barco repleto de pasajeros, donde tus empleados y socios pasan a depender de ti de forma radical. Puesto que las tempestades existen y todo puede ocurrir cuando llega un huracán, lo mejor es contratar un seguro d&o: un recurso clave para cumplir con las obligaciones que asumes como director y administrador del negocio.

Las quiebras, las denuncias de empleados, el pago de indemnizaciones… Todas estas situaciones no solo pueden hacer que tu empresa se tambalee, también tu economía personal. Si la compañía se queda sin capital para pagar las deudas contraídas, el dinero deberá salir de tu propio patrimonio. Algo que los seguros de D&O tratan de evitar a toda costa.

Esta modalidad sirve para protegerte como administrador o alto cargo de la empresa, cubriendo aspectos de interés como la acción individual por responsabilidad contractual, la acción social, la Responsabilidad Civil por deudas sociales y la responsabilidad en concurso de acreedores. Diferentes formas de plantar cara a las situaciones más críticas que no debes pasar por alto.

Otros seguros de interés

Además de todos los seguros para empresas que te hemos planteado, existen otras tantas opciones que has de valorar. Recuerda que la mejor estrategia para mantener a flote un negocio es la prevención y, en este aspecto, las compañías de seguros son las aliadas más relevantes que existen.

Una de las opciones más destacadas en este punto son los seguros de caución, que cubre al asegurado si los tomadores del seguro cumplen con sus compromisos legales. De igual modo, encontramos los seguros de accidentes, lo cual te permitirá recibir una compensación económica si sufres un accidente o, por supuesto, pagar a un tercero que lo sufra por tu culpa.

Por último, nos queremos hacer eco de una de las tendencias más destacadas en este sector comercial: los seguros temporales. Hay ocasiones o eventos que merecen la contratación de un seguro en aras de certificar que todo salga a pedir de boca y, dado lo esporádico de la situación, lo más inteligente es invertir en un contrato de corta duración.